jueves, 6 de abril de 2017

Vidrieras


Presbiterio Catedral de León


¿Ha desaparecido el arte que produjo obras señeras como esta? Probablemente mucha gente contestaría afirmativamente a esa pregunta pero nada más lejos de la realidad.
Lo que sucede es que trata de un arte con características muy particulares.
Por un lado, la ejecución material de una vidriera requiere un proceso técnico complicado que dificulta que un artista individual pueda asumir todas las tareas requeridas. Eso puede explicar que en buena parte de las vidrieras instaladas en edificios privados no se reivindique una autoría particular sino empresarial (como sucede con las vidrieras “modernistas” realizadas por la casa Maumejean) lo que rebajaría a esas vidrieras a la categoría inferior de “arte decorativo”.
Por otro lado, la visibilidad de las vidrieras es mucho menor que la de otras obras de arte porque su propia naturaleza les impide estar en museos y salas de exposiciones. Hay que ir a verlas expresamente en el edificio en el que están instaladas.
En todo caso sigue habiendo artistas interesados en jugar con los efectos que produce la luz al atravesar paneles multicolores de vidrio.
En tiempos bastante cercanos se han instalado, por ejemplo, estas vidrieras de Miquel Barceló en la catedral de Palma de Mallorca.


Y también, entre otras, estas vidrieras de Gustavo Torner y Bonifacio Alonso, en la Catedral de Cuenca.


En iglesias de construcción moderna es bastante habitual la inclusión de vidrieras como sucede en la Chapelle du Rosaire, Vence en la que esta y todas las demás vidrieras son obra de Matisse.
 

Y lo mismo sucede en edificios civiles como la Fundación Maeght en la que se ha instalado esta vidriera de Joan Miró.


En todos los casos mencionados, sus autores “pintaron” los “cartones” a partir de los cuales, y bajo su supervisión, unos artesanos se encargaron de la realización material de las vidrieras.
Otros artistas como Luis García Zurdo, a quien pertenecen las siguientes obras, también se encargan personalmente de la segunda fase del trabajo.

Colegio Auseva
 
Vegaquemada                                          Caja España
Comparando estas últimas vidrieras con las anteriores, cabe plantear la pregunta de si el hecho de que su autor lo sea al cien por cien juega algún papel en el resultado obtenido o, dicho en otras palabras, si el conocimiento técnico de la “artesanía” del vidrio aporta o no algo a la fase de la concepción intelectual de la obra.
En el caso de Luis García Zurdo creo que no hay duda de que la respuesta debe ser afirmativa y una buena prueba de ello es el siguiente cuadro de vidrio iluminado por luz artificial.

Composición-Colección del autor


No hay comentarios:

Publicar un comentario