jueves, 9 de marzo de 2017

Photo-Art



Nadie discute hoy que las fotos realizadas por fotógrafos que se consideran artistas son obras de arte y, de hecho, la fotografía tiene una cuota creciente en el mundo del arte.
Uno de los criterios que puede utilizarse para distinguir si una foto de, por ejemplo, un edificio o una persona tiene un carácter artístico es que descubra a quien la mira algo que él no hubiera percibido si hubiera estado frente a ese edificio o esa persona.
Para ello se necesita fundamentalmente talento pero también aprovechar los avances de la tecnología fotográfica que facilitan esas miradas diferentes que buscan los fotógrafos artistas.
Además, el Photo-Art está dando pasos adelante y, como en otras disciplinas artísticas, también le interesa ofrecer alternativas a la realidad.
El retrato de la reina Catalina de Aragón, una de las esposas de Enrique VIII, realizado por Hiroshi Sugimoto en 1999, es un buen ejemplo de ello.


Esta foto pudo verse en una exposición realizada en la Fundación Mapfre en el año 2016 donde se explicaba que fue realizada “colocando la figura de cera contra un fondo negro para conferirle una apariencia arquetípica y engrandecida” y “utilizando un negativo blanco y negro de gran formato para conseguir una definición en los detalles y tonos que eleva las fotografías a los niveles de los retratos pictóricos históricos”.
Otro ejemplo es esta foto de Chema Madoz de la exposición 'El viajero inmóvil', sobre Asturias, que puede verse actualmente en el Centro Conde Duque de Madrid.



Chema Madoz, en su condición de “viajero inmóvil”, construyó en su taller el objeto a fotografiar que evoca, supongo, una escollera portuaria y después de eso realizó la foto.
Hace unos años Agustín Ibarrola realizó esta intervención en la escollera del puerto pesquero de Llanes.



Esa actuación fue para el escultor el "mayor reto al que me he enfrentado, convirtiendo la escollera del puerto llanisco en una gigantesca escultura policromada de infinitos escorzos". La obra se titula “Los cubos de la memoria”.

Como creo que Chema Madoz no puede desconocer la obra de Ibarrola, supongo que ahí reside la explicación de que en la realidad no pueda haber una escollera como la de su foto. La variedad de formas de los bloques utilizados hace inviable su construcción por razones técnicas y económicas.


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