miércoles, 18 de abril de 2018

Asia

Con un pequeño desfase temporal se han presentado en Madrid exposiciones de un artista chino influenciado por la pintura española y de pintores españoles deudores del arte oriental.
 En el primer caso se trata de “El espíritu de la pintura. Cai Guo-Qiang en el Prado” que tuvo lugar en el Museo del Prado del 25 de octubre de 2017 al 4 de marzo de 2018 y en el segundo de “El principio Asia. China, Japón e India y el arte contemporáneo en España (1957-2017)” que puede verse en la Fundación March del 8 de marzo al 24 junio de 2018.
Las tres obras de Cai Guo-Quiang que se muestran a continuación, como las del resto de la exposición, están creadas con una técnica muy particular: en primer lugar se pintan en el lienzo sus elementos figurativos (estando el lienzo en el suelo y el pintor de pie); en segundo lugar se disponen sobre el lienzo montones de pólvora del color deseado para cada zona (mezclada con la cantidad apropiada de pólvora negra para controlar la velocidad de la deflagración); en tercer lugar se tapa el lienzo; finalmente, se hace explotar la pólvora y se retira la tapa.
Para producir sus obras Cai Guo-Qiang dispuso durante dos años del Salón de Reinos y de acceso ilimitado al Museo del Prado (incluso por la noche) para facilitar su diálogo con los grandes maestros del Prado, pues esa es la idea central del proyecto.
El espíritu de la pintura-Cai Guo-Qiang-Pólvora sobre lienzo-300cm x 1800cm
En esta obra, de grandísimo tamaño, como en las siguientes, se puede apreciar lo que se logra pintando con pólvora: zonas de color de intensidad variable con fronteras imprecisas entre ellas. El azar juega un papel importante porque el artista no tiene un control total sobre el proceso. La efigie de Velazquez es el signo mas inteligible (junto con el título) que nos proporciona el artista sobre el significado del cuadro, aunque un estudio comparativo de sus colores con los utilizados por los maestros del Prado seguramente daría respuestas más precisas. 
Día y noche en Toledo-Cai Guo-Qiang-Pólvora sobre lienzo-260m x 600cm
El Greco fue el primer pintor español que atrajo la atención de Cai Guo-Qiang y esta obra es buena prueba de la admiración que le profesa.
El Salón de Reinos-Cai Guo-Qiang-Pólvora sobre lienzo-360cm x 600cm

En este cuadro el artista nos proporciona su interpretación del futuro papel del Salón de Reinos como parte integrante del Museo del Prado.

Aunque la obra de Cai Guo-Quiang puede sin duda encuadrarse en el “action painting”, la utilización de la pólvora le proporciona una originalidad indiscutible.

Vayamos ahora al principio Asia según la Fundación March que, resumiéndolo muy brevemente, se refiere a la presencia de lo asiático en el arte contemporáneo español, sobre todo el representando en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca y que fue propiciada de alguna manera por su fundador Fernando Zóbel, de origen filipino.

La exposición nos enseña que a algunos artistas españoles abstractos ciertos temas clásicos de la pintura y la escritura asiática les resultan sugerentes para reinterpretarlos.

Simulacro XX-Gustavo Torner-1996

Aunque el título no lo diga claramente, esto es un kimono abstracto (o la abstracción de un kimono) y por eso Torner utiliza formas geométricas puras y colores planos (sin elementos decorativos) para representarlo.

Mandala X-Manuel Rivera-1976

En las tradiciones orientales un mandala es una representación del universo. Los hay figurativos y geométricos y su estructura siempre comprende un elemento central rodeado del resto de componentes. Si asumimos el concepto, esta obra de Rivera es muy sugerente porque podemos ver en ella elementos tan dispares como una incógnita (una X). una cruz o, incluso, una representación del globo terráqueo con sus cuatro polos cardinales unidos al centro.

Vertical amb cal.ligrafia-Antoni Tapies-1987

La caligrafía oriental ha atraído desde fechas muy tempranas el interés de los pintores abstractos y esta obra de Tapies es buena muestra de ello.
Fuera de la abstracción radical, lo oriental también ha interesado a otros artistas españoles contemporáneos por, entre otras cosas, su exuberante colorido.

Concert Jamaique-Miquel Barceló 2010

Así, por ejemplo, aunque en esta obra Barceló utiliza figuras icónicas del arte oriental lo importante no es tanto su representación (que es muy esquemática) sino la utilización del color.

Zen-Alfonso Albacete-2007

Y, siguiendo con el color, esto es lo quedó en la memoria de Alfonso Albacete de los jardines secos que pudo ver en Japón.

Azul cerúleo-Alfonso Albacete-2005

Y esta infinidad de residuos flotantes en el azul mar de la China es lo que llamó la atención a Alfonso Albacete cuando navegó por la zona.

Juan Navarro Baldeweg-Habitación roja con figura-2005

La perspectiva elegida en esta obra por Navarro Baldeweg para representar una habitación pintada de rojo es justamente la utilizada en las estampas japonesas. Como no es la perspectiva habitual en Occidente para la escena, mucha gente, antes de leer la cartela, no ve en ella una habitación sino una composición abstracta.

Los que han visto las dos exposiciones comentadas ya entienden mejor en que consiste ese fenómeno llamado globalización.

jueves, 5 de abril de 2018

Semana Santa


Las procesiones de Semana Santa en España son un buen tema para la pintura tanto por la riqueza plástica de las imágenes que exhiben como por la presencia de un gran número de personas que participan en ellas activa o pasivamente.
Entre los pintores que se han ocupado de ellas destaca, sin duda, Solana.
         Procesión de la muerte- José Gutiérrez Solana -1912- Museo Reina Sofía 
Ya en un momento muy temprano Solana percibe que el tema merece una técnica expresionista y que nada mejor que representar un paso imaginario de un esqueleto para advertirnos que en las procesiones de Semana Santa no solo se recuerda la muerte de Cristo sino la que nos espera a todos los demás. 
El beso de Judas-José Gutiérrez Solana-1932-Fundación Mapfre
Las procesiones son para Solana manifestaciones de esa España “negra” a la que dedicó buena parte de su obra, muy influenciado por las reflexiones de los autores de la generación del 98 sobre el papel de la religión católica en la vida nacional. 
Nótese que, a pesar del barroquismo del paso, los nazarenos y el pueblo penitente asisten estólidos a la conmemoración de la pasión de Cristo.
Procesión de Semana Santa- José Gutiérrez Solana- 1935-1939
También hay mucha negrura en este cuadro y mucho contraste entre la pasividad del pueblo, separado por sexo, y el movimiento de los penitentes con capirotes.   
Procesión en Zamora-José Gutiérrez Solana-1943/1945
Y en este cuadro resulta impactante el hieratismo de la gente que rodea los pasos de Cristo en la cruz.
                 El Cristo de la sangre- Ignacio Zuloaga-1911- Museo Reina Sofía
Zuloaga también se plantea la problemática del fenómeno religioso en España, pero lo hace con una estética distinta a la negrura de Solana como bien se aprecia en este cuadro azul.
Yendo a épocas más recientes se pueden encontrar otras formas de aproximación artística a la Semana Santa como las utilizadas en los cuatro carteles publicitarios de la Semana Santa de Cuenca que reproducimos seguidamente.
                                                         
                                                                  Antonio Saura
Como Cuenca alberga el Museo de Arte Abstracto no es extraño que en su colección de carteles dedicados a la Semana Santa hayan aparecido carteles abstractos como este de Antonio Saura pero conviene señalar que tuvieran que pasar 30 años desde la fundación del Museo para que se encargase el cartel anual a uno de los artistas representados en él.
La elección no pudo ser más acertada porque Saura es sin duda uno de los maestros de la negrura en la pintura informalista española.
Gustavo Torner
Una vez abierta la veda, nos encontramos con este cartel de Torner en el que se visualiza una escena realista de una procesión tras un velo amarillo como si se quisiera evitar su contemplación directa o señalar la necesidad del velo para entender adecuadamente el significado de la procesión.
                                               Jose María Cruz Novillo
Cruz Novillo, más conceptual, opta por el hiperrealismo de un primer plano de una Virgen dolorosa.
       Diseñado por la Fundación Juan March a partir de una obra de Fernando Zóbel
La elección de este cartel, diseñado por Guillermo Nagore (director de Identidad, Comunicación y Experiencia de la Fundación Juan March) a partir de un cuadro de Fernando Zóbel de 1964 titulado “Transparente rosa”, provocó en su día una considerable polémica en la ciudad al entender sus detractores que no representaba adecuadamente la Semana Santa de Cuenca.
Aunque, como toda obra abstracta, el cartel está abierto a cualquier interpretación subjetiva de quien lo contempla, lo cierto es que su gama de colores es sustancialmente la misma que la del cartel precedente.