jueves, 30 de marzo de 2017

Oyonarte



Los pintores suelen ser seres intuitivos (recuérdese la famosa frase de Picasso “Yo no busco, yo encuentro”) pero como también son racionales tienen que vivir permanentemente con el conflicto entre intuición y razón. 
En casos como el de Oyonarte ese conflicto produce unos resultados extraordinarios.
Tras una primera etapa rabiosamente expresionista, la razón le lleva, al cambiar de siglo, a la búsqueda de una  objetividad “fragmentada”.
Los personajes humanos o animales y el paisaje (que para Oyonarte también es un personaje) se fragmentan y la potencia estética de la obra viene dada por el juego de colores, líneas y texturas aplicado a los personajes y al espacio en el que se desenvuelven.

Dos personajes en busca de autor, 2002-2003
Si se trata de personajes humanos se les delimita con líneas y se les ubica en un espacio imaginario dividido en zonas. Los colores aplicados en cada una de ellas, con distintas texturas, completan la estructura del cuadro.

Ibiza Crepuscular I, 2004
 En el caso del paisaje, la metodología es la misma. El espacio está dividido en tres zonas. Las líneas quebradas delimitan las construcciones y el terreno. No hay líneas quebradas en la zona dedicada al cielo.

El cinco, 2006
Y lo mismo sucede en esta escena taurina pintada probablemente como un homenaje a Barjola.
Los tres cuadros anteriores son absolutamente racionalistas en el sentido de que, exagerando un poco, son tal cual el artista los imagina antes de pintarlos.
Pero Oyonarte no se siente satisfecho y a partir de 2009 se libera. Una vez interiorizado el tema a desarrollar (por decirlo de alguna manera), deja que sea su intuición quien le guíe al pintar el cuadro.

The naked emperor, 2013
Aquí vemos a un personaje difuminado flotando en el espacio sin saber su destino que es, más o menos, lo que le pasaba al emperador que no sabía que sus súbditos le veían desnudo.   

Toledo polimórfico, 2014
En este caso el resultado es un cuadro abstracto salvo para quienes conocen Toledo o lo contemplan junto a un mapa ilustrado de la ciudad.  

Desde lo inexistente 1, 2017
El título de este cuadro, expuesto en la galería Aspa Contemporary, tiene que ver con la naturaleza de las obras actuales de Oyonarte. Son, en sus propias palabras, “mundos nuevos que salen del existente desde la inexistencia …”



miércoles, 22 de marzo de 2017

Negro (II)





Los grabados anteriores pertenecen a un album de catorce ejemplares realizado en 1946 por Robert Rauschenberg utilizando como instrumento de impresión un bloque de madera con una cara tintada de negro. El primer grabado es, pues, un cuadrado negro. Los posteriores fueron impresos tras realizar sucesivas incisiones en el bloque de madera.  El objetivo del album es representar el paso del tiempo.
Si la serie hubiera continuado el último grabado hubiera sido un cuadrado blanco. Tal vez por eso, ya en 1951, Rauschenberg no pudo resistirse a la tentación del blanco.
 

    White Painting [three panel], 1951

 

              White Painting [seven panel], 1951
 En el caso español, el paso del negro al blanco fue más tardío y, por ejemplo, un artista tan devoto del negro como Millares solo sintió la tentación del blanco en la década de los setenta, influido, al parecer, por un viaje al Sahara.



 Manuel Millares, Antropofauna, 1971, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca

Aunque generalmente se ha atribuido a la herencia de la segunda guerra mundial la predilección por el negro de los artistas informalistas en la segunda mitad del siglo XX y, por tanto, su transición al blanco obedecería a la demanda de un tiempo nuevo, caben otras interpretaciones.

En una exposición de 2013-2014 el MOMA documentó exhaustivamente la influencia de Rauschenberg y muy en particular de sus pinturas blancas en la famosa composición musical de John Cage 4’ 33’’ (4 minutos y 33 segundos durante los cuales un pianista está frente a un piano sin mover un dedo) cuya primera audición (¿) tuvo lugar el 29 de Agosto de 1952.

¿Habrá que pensar, pues, que en la pintura abstracta el negro es la música y el blanco el silencio?






 

jueves, 16 de marzo de 2017

Negro (I)


Kazimir Malevich, Cuadrado Negro, 1915

Este es el famoso cuadro que inició una nueva etapa en la historia del arte. Lo pintó Malevich pero, como es evidente, podía haberlo pintado cualquiera (hay gente que dice equivocadamente lo mismo de las obras de Picasso). En 1915 había en Rusia un ambiente pre-revolucionario que propició seguramente que esa obra saliera a la luz.
Transcurridos más de cien años de su creación cabe concluir que su enorme influencia posterior se debe a la combinación de dos factores: su naturaleza no figurativa y el color negro. Malevitch también pintó cuadrados de otros colores y, en particular, de color rojo pero el que le dio la fama fue el negro.
Ese color adquirió un papel predominante en la pintura del siglo XX con el expresionismo abstracto norteamericano generado en torno al Black Mountain College siendo Franz Kline uno de sus mejores representantes.


Franz Kline, Chief, 1950, Moma
 Aunque por motivos distintos a los que preocupaban a los alumnos del Black Mountain College, la década de los 50 en España también reunía unas condiciones idóneas para el triunfo del negro y así lo demostraron, entre otros, Manuel Millares y Antonio Saura. 
 
Manuel Millares, Cuadro, 1957, Museo Reina Sofía

Antonio Saura, Grito nº 7, 1959, Museo Reina Sofía
 Y aún después de que los ecos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil Española se hubieran apagado seguía habiendo cosas que había que tachar en  negro como sugiere Rafael Canogar.
 
Rafael Canogar, Composición, 1983

jueves, 9 de marzo de 2017

Photo-Art



Nadie discute hoy que las fotos realizadas por fotógrafos que se consideran artistas son obras de arte y, de hecho, la fotografía tiene una cuota creciente en el mundo del arte.
Uno de los criterios que puede utilizarse para distinguir si una foto de, por ejemplo, un edificio o una persona tiene un carácter artístico es que descubra a quien la mira algo que él no hubiera percibido si hubiera estado frente a ese edificio o esa persona.
Para ello se necesita fundamentalmente talento pero también aprovechar los avances de la tecnología fotográfica que facilitan esas miradas diferentes que buscan los fotógrafos artistas.
Además, el Photo-Art está dando pasos adelante y, como en otras disciplinas artísticas, también le interesa ofrecer alternativas a la realidad.
El retrato de la reina Catalina de Aragón, una de las esposas de Enrique VIII, realizado por Hiroshi Sugimoto en 1999, es un buen ejemplo de ello.


Esta foto pudo verse en una exposición realizada en la Fundación Mapfre en el año 2016 donde se explicaba que fue realizada “colocando la figura de cera contra un fondo negro para conferirle una apariencia arquetípica y engrandecida” y “utilizando un negativo blanco y negro de gran formato para conseguir una definición en los detalles y tonos que eleva las fotografías a los niveles de los retratos pictóricos históricos”.
Otro ejemplo es esta foto de Chema Madoz de la exposición 'El viajero inmóvil', sobre Asturias, que puede verse actualmente en el Centro Conde Duque de Madrid.



Chema Madoz, en su condición de “viajero inmóvil”, construyó en su taller el objeto a fotografiar que evoca, supongo, una escollera portuaria y después de eso realizó la foto.
Hace unos años Agustín Ibarrola realizó esta intervención en la escollera del puerto pesquero de Llanes.



Esa actuación fue para el escultor el "mayor reto al que me he enfrentado, convirtiendo la escollera del puerto llanisco en una gigantesca escultura policromada de infinitos escorzos". La obra se titula “Los cubos de la memoria”.

Como creo que Chema Madoz no puede desconocer la obra de Ibarrola, supongo que ahí reside la explicación de que en la realidad no pueda haber una escollera como la de su foto. La variedad de formas de los bloques utilizados hace inviable su construcción por razones técnicas y económicas.


viernes, 3 de marzo de 2017

ARCO (III)



“Pero esas mequetrefadas que aparecen en Arco a precios millonarios a mi me recuerdan a esos desfiles de moda donde aparecen vestidos tan extravagantes que uno se pregunta ¿quien se atreverá a ponérselos?. Pero llaman la atención y de eso se trata, pienso yo. Para mi el arte es otra cosa. No mamarrachadas”.

El párrafo anterior es un comentario de un lector influyente a un reportaje sobre la Feria Arco publicado en un periódico digital el 23 de Febrero de 2017.

Tal vez una de esas “mequetrefadas” o “mamarrachadas” sea la siguiente que, al parecer, ha sido adquirida por el Museo Reina Sofía:


Mladen Stilinovic ofrecida por 55.000 €
 Otro ejemplo podría ser este: 




“Colored Vases” de Ai Weiwei  ofrecida por 220.000 € 

 Y también este:


Laurence Winner ofrecida por 225.000 €



Aunque muchos las consideren mequetrefadas” o “mamarrachadas”, sus precios evidencian que se trata, objetivamente, de obras de arte pues nadie pagaría cantidades tan elevadas si no se consideraran tales (no hay ninguna otra utilidad en ellas).

Los jóvenes creadores reciben pues en Arco 2017 y en eventos similares señales relevantes para dedicar sus esfuerzos a ese tipo de creaciones artísticas que, además, pueden materializarse con facilidad bien con medios propios o mediante la subcontratación.

Si sus precios bajan, ¿siguen siendo obras de arte?. Sí, una vez que se adquiere la condición de obra de arte (por el motivo que sea) se hace para siempre.

ARCO 2017 (II)



Como no podía ser menos el arte “tecnológico” ha estado presente en Arco. 

Global Cooling Lamp - Olafur Eliasson

Esta obra está formada por 35 luminarias halógenas con forma de bulbo sujetas a un marco semiesférico. Cada luminaria tiene fuente de luz interna y una superficie de vidrio con una mitad interna de color claro y una mitad externa de color verde. Esa disposición permite que en cada luminaria se reflejen las partes verdes de las demás luminarias.
Con esa multiplicación del verde el autor tal vez quiera sugerir que esa es la vía para luchar contra el calentamiento global del planeta.



Stand de El País - Daniel Canogar

La obra de Daniel Canogar muestra en una gran pantalla las estelas dejadas por los 500 vídeos más vistos en El País cuando descienden en ella de arriba abajo en zig zag. Esas estelas son creadas por un algoritmo informático que procesa “pixels” de los vídeos. La obra trata sobre la realidad y el autor la explica así: “El no poder interpretar la realidad lleva a la psicosis. Este tapiz para mí es un intento de crear un nuevo tipo de coherencia u orden en ese caos. Y es un orden abstracto, porque las herramientas del realismo no me sirven para esto".




ARCO 2017 (I)



Si nos atuviéramos a lo visto en Arco 2017 habría que concluir que la escultura no figurativa actual se inspira más en la geometría que en la realidad.  
Eso es lo que se desprende del cilindro de Roni Horn:



Y del domo de Los Carpinteros:


 Y también de la esfera de Julio Le Parc:




La obra de Roni Horn no tiene título porque, seguramente, el autor no quiso otorgarle ningún significado distinto del que expresa por sí misma: un cilindro macizo de vidrio capaz de producir imágenes sugerentes del entorno que lo rodea al variar la luz incidente sobre él.  
Los Carpinteros han construido con piezas de madera (predominando las de forma hexagonal) la estructura de un domo con una abertura para permitir la entrada a su interior. Podría ser, pues, la estructura de un habitáculo. Evoca más a un iglú que a la cúpula de una iglesia.  
La esfera amarilla de Julio de Parc es un conjunto de piezas de un material plástico de color amarillo suspendidas del techo por hilos. Quiere ser, pues, un sol que ilumine la estancia en la que está instalada.
Las tres obras tienen en común que están realizadas con un elevado grado de perfección técnica, un atributo minusvalorado en otras ramas del arte contemporáneo. ¿Estará retornando al orden la escultura abstracta actual?





 

jueves, 2 de marzo de 2017

Abstracción Geométrica


A principios de Febrero de 2017 tuvo lugar en Madrid un congreso de Podemos en la Plaza de Toros de Vistalegre acondicionada para el evento con la “escenografía” que muestran las siguientes fotos:
 
Simultáneamente, en las paradas de los autobuses de Madrid la empresa Samsung publicitaba sus teléfonos móviles con esta imagen:


Aunque pueda parecer extraño que un partido político radical como Podemos y una multinacional capitalista como Samsung beban de las mismas fuentes estéticas para proyectar sus mensajes, la explicación es simple: la abstracción geométrica proporciona los suficientes recursos como para crear imágenes con contenidos simbólicos variables a voluntad del emisor y se diría que tanto el escenógrafo de Podemos como el publicista de Samsung podrían haber estudiado el trabajo de pintores adscritos a la abstracción geométrica tales como José Maria Yturralde en obras como las siguientes: 



Postludio2006
Horizon magenta 2010
Postludio 1999








En el caso de Podemos, el alejamiento de la estética utilizada por los partidos comunistas a principios del siglo XX en carteles como el que se reproduce a continuación es evidente. 

Tal vez ya no convenga representar al sujeto revolucionario (su identificación probablemente sea un problema irresoluble) como en el cartel soviético ni aportar largos mensajes de texto. Basta con representar la marca y el logo en un entorno geométrico abstracto:



En el caso de Samsung la pantalla del teléfono móvil muestra una imagen geométrica “agradable” que sirve tanto para el que pretende usar el aparatos como instrumento de trabajo como para el necesitará tenerlo encendido las 24 horas del día.