Las procesiones de
Semana Santa en España son un buen tema para la pintura tanto por la riqueza
plástica de las imágenes que exhiben como por la presencia de un gran número de
personas que participan en ellas activa o pasivamente.
Entre los pintores
que se han ocupado de ellas destaca, sin duda, Solana.
Procesión de la muerte- José
Gutiérrez Solana -1912- Museo Reina Sofía
Ya en un momento
muy temprano Solana percibe que el tema merece una técnica expresionista y que
nada mejor que representar un paso imaginario de un esqueleto para advertirnos
que en las procesiones de Semana Santa no solo se recuerda la muerte de Cristo
sino la que nos espera a todos los demás.
El beso de Judas-José
Gutiérrez Solana-1932-Fundación Mapfre
Las procesiones son
para Solana manifestaciones de esa España “negra” a la que dedicó buena parte
de su obra, muy influenciado por las reflexiones de los autores de la
generación del 98 sobre el papel de la religión católica en la vida nacional.
Nótese que, a
pesar del barroquismo del paso, los nazarenos y el pueblo penitente asisten
estólidos a la conmemoración de la pasión de Cristo.
Procesión de
Semana Santa- José Gutiérrez Solana- 1935-1939
También hay mucha negrura en
este cuadro y mucho contraste entre la pasividad del pueblo, separado por sexo,
y el movimiento de los penitentes con capirotes.
Procesión en
Zamora-José Gutiérrez Solana-1943/1945
Y en este cuadro resulta
impactante el hieratismo de la gente que rodea los pasos de Cristo en la cruz.
El Cristo de la
sangre- Ignacio Zuloaga-1911- Museo Reina Sofía
Zuloaga también se
plantea la problemática del fenómeno religioso en España, pero lo hace con una
estética distinta a la negrura de
Solana como bien se aprecia en este cuadro azul.
Yendo a épocas más
recientes se pueden encontrar otras formas de aproximación artística a la
Semana Santa como las utilizadas en los cuatro carteles publicitarios de la
Semana Santa de Cuenca que reproducimos seguidamente.
Como Cuenca
alberga el Museo de Arte Abstracto no es extraño que en su colección de
carteles dedicados a la Semana Santa hayan aparecido carteles abstractos como
este de Antonio Saura pero conviene señalar que tuvieran que pasar 30 años
desde la fundación del Museo para que se encargase el cartel anual a uno de los
artistas representados en él.
La elección no
pudo ser más acertada porque Saura es sin duda uno de los maestros de la negrura en la pintura informalista
española.
Gustavo Torner
Una vez abierta la
veda, nos encontramos con este cartel de Torner en el que se visualiza una
escena realista de una procesión tras un velo amarillo como si se quisiera
evitar su contemplación directa o señalar la necesidad del velo para entender
adecuadamente el significado de la procesión.
Jose María Cruz
Novillo
Cruz Novillo, más
conceptual, opta por el hiperrealismo de un primer plano de una Virgen dolorosa.
Diseñado por la Fundación Juan March a
partir de una obra de Fernando Zóbel
La elección de este
cartel, diseñado por Guillermo Nagore (director de Identidad, Comunicación y
Experiencia de la Fundación Juan March) a partir de un cuadro de Fernando Zóbel
de 1964 titulado “Transparente rosa”, provocó en su día una considerable polémica
en la ciudad al entender sus detractores que no representaba adecuadamente la
Semana Santa de Cuenca.
Aunque, como toda
obra abstracta, el cartel está abierto a cualquier interpretación subjetiva de
quien lo contempla, lo cierto es que su gama de colores es sustancialmente la
misma que la del cartel precedente.
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