jueves, 5 de abril de 2018

Semana Santa


Las procesiones de Semana Santa en España son un buen tema para la pintura tanto por la riqueza plástica de las imágenes que exhiben como por la presencia de un gran número de personas que participan en ellas activa o pasivamente.
Entre los pintores que se han ocupado de ellas destaca, sin duda, Solana.
         Procesión de la muerte- José Gutiérrez Solana -1912- Museo Reina Sofía 
Ya en un momento muy temprano Solana percibe que el tema merece una técnica expresionista y que nada mejor que representar un paso imaginario de un esqueleto para advertirnos que en las procesiones de Semana Santa no solo se recuerda la muerte de Cristo sino la que nos espera a todos los demás. 
El beso de Judas-José Gutiérrez Solana-1932-Fundación Mapfre
Las procesiones son para Solana manifestaciones de esa España “negra” a la que dedicó buena parte de su obra, muy influenciado por las reflexiones de los autores de la generación del 98 sobre el papel de la religión católica en la vida nacional. 
Nótese que, a pesar del barroquismo del paso, los nazarenos y el pueblo penitente asisten estólidos a la conmemoración de la pasión de Cristo.
Procesión de Semana Santa- José Gutiérrez Solana- 1935-1939
También hay mucha negrura en este cuadro y mucho contraste entre la pasividad del pueblo, separado por sexo, y el movimiento de los penitentes con capirotes.   
Procesión en Zamora-José Gutiérrez Solana-1943/1945
Y en este cuadro resulta impactante el hieratismo de la gente que rodea los pasos de Cristo en la cruz.
                 El Cristo de la sangre- Ignacio Zuloaga-1911- Museo Reina Sofía
Zuloaga también se plantea la problemática del fenómeno religioso en España, pero lo hace con una estética distinta a la negrura de Solana como bien se aprecia en este cuadro azul.
Yendo a épocas más recientes se pueden encontrar otras formas de aproximación artística a la Semana Santa como las utilizadas en los cuatro carteles publicitarios de la Semana Santa de Cuenca que reproducimos seguidamente.
                                                         
                                                                  Antonio Saura
Como Cuenca alberga el Museo de Arte Abstracto no es extraño que en su colección de carteles dedicados a la Semana Santa hayan aparecido carteles abstractos como este de Antonio Saura pero conviene señalar que tuvieran que pasar 30 años desde la fundación del Museo para que se encargase el cartel anual a uno de los artistas representados en él.
La elección no pudo ser más acertada porque Saura es sin duda uno de los maestros de la negrura en la pintura informalista española.
Gustavo Torner
Una vez abierta la veda, nos encontramos con este cartel de Torner en el que se visualiza una escena realista de una procesión tras un velo amarillo como si se quisiera evitar su contemplación directa o señalar la necesidad del velo para entender adecuadamente el significado de la procesión.
                                               Jose María Cruz Novillo
Cruz Novillo, más conceptual, opta por el hiperrealismo de un primer plano de una Virgen dolorosa.
       Diseñado por la Fundación Juan March a partir de una obra de Fernando Zóbel
La elección de este cartel, diseñado por Guillermo Nagore (director de Identidad, Comunicación y Experiencia de la Fundación Juan March) a partir de un cuadro de Fernando Zóbel de 1964 titulado “Transparente rosa”, provocó en su día una considerable polémica en la ciudad al entender sus detractores que no representaba adecuadamente la Semana Santa de Cuenca.
Aunque, como toda obra abstracta, el cartel está abierto a cualquier interpretación subjetiva de quien lo contempla, lo cierto es que su gama de colores es sustancialmente la misma que la del cartel precedente.

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