Una de las vías que encontraron los artistas de vanguardia de comienzos
del siglo XX para enfrentarse al orden establecido fue la de atribuir
significado artístico a objetos corrientes. corrientes.
Marcel Duchamp-Fuente-1917
Como es bien conocido, esta obra tiene el honor
de ser la primera en la que un objeto de la vida cotidiana (un urinario
fabricado industrialmente) pasa a ser una obra de arte porque se presenta como
tal, firmada por un artista (en este caso R. Mutt, un pseudónimo de Duchamp),
en una exposición pública.
A ese tipo de objetos se les suele llamar objetos encontrados (ready made en inglés, object trouvé en francés).
Dejando a un lado el componente de
escándalo que sin duda motivó a Duchamp para crear esa obra atribuyendo a un urinario el nombre (y se supone que
la función) de una fuente, lo cierto es que inauguró una etapa en la que la
resignificación de objetos encontrados
pasa a formar parte de la labor del artista.
En la exposición Dadá ruso 1914-1924 que puede verse actualmente en el Museo Reina
Sofia se ilustra perfectamente el ambiente dadaísta de la época en el que, como
se dice en su catálogo: “La creatividad
transracional —fuera de la lógica y de lo consciente—, empapada de risa y de
parodia perversa, fue el mecanismo operativo utilizado entonces para
escandalizar al público, menospreciar los valores artísticos y sociales
tradicionales y mofarse de la destreza técnica”.
Y en muy poco tiempo los objetos encontrados pasaron a formar
parte de los materiales de trabajo de artistas consagrados.
Picasso-Cabeza de toro-1942
Picasso-Gran Pájaro-1942
Picasso fue uno de los grandes
artistas que utilizó objetos encontrados
logrando, como puede observarse en las dos obras anteriores, que un sillín de
bicicleta forme parte de la cabeza de un toro y una horca de la cabeza de un
gran pájaro.
Joan Miró-Jeune fille s´évadant-1967
Joan Miró-L´Oeil attire les diamants-1974
Joan Miró- Souvenir de la Tour Eiffel-1977
Las tres obras
anteriores pudieron ser vistas, entre otras muchas, en la reciente exposición JOAN
MIRÓ: ESCULTURAS 1928-1982 del Centro Botín. Se trata de obras más complejas
que las de Picasso tanto por la integración de objetos encontrados de diversos tipos como porque algunos de ellos
son objeto de algún tratamiento por parte del artista.
Existen incluso objetos encontrados que tienen un
potencial artístico en sí mismos como ha demostrado Antonio Pérez.
Estos tres objetos encontrados (por Antonio Pérez)
junto con otros muchos están expuestos en casi todas las salas del Museo
Fundación Antonio Pérez de Cuenca en un continuo diálogo con el resto de las
obras de la colección permanente.
A efectos artísticos un objeto encontrado también puede ser, por
ejemplo, el Parlamento de Berlín.
Christo and Jeanne-Claude-Wrapped Reichstag-Berlin-1971-95
Mediante este tipo de proyectos efímeros se
consigue multiplicar el atractivo simbólico del objeto envuelto.
Este es un objeto encontrado muy necesitado de resignificación pero
lamentablemente parece que entre los profesionales que se barajan para ello no
se está considerando a los artistas plásticos a pesar de ser, como hemos visto,
los más dotados para la tarea.
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