miércoles, 10 de octubre de 2018

Tiempo



Tiempo
¿Se puede pintar el tiempo?
Salvador Dalí-La persistencia de la memoria-1931-MOMA
En 1931 Dalí abordó el tema del papel del tiempo en la vida humana pintando unos relojes blandos en un paisaje onírico en el que se identifica el cabo de Creus.
Salvador Dalí-La desintegración de la persistencia de la memoria-1952-54- The Salvador Dalí Museum (San Petersburgo)
Dos décadas después Dalí volvió sobre el tema manteniendo los relojes blandos y añadiendo en su parte inferior una estructura cúbica en fase de desintegración.
Hay muchas teorías sobre el significado de estos dos cuadros, pero parece que, en la dominante, el primer cuadro sería la representación de un sueño freudiano -con, naturalmente, el tiempo alterado- y el segundo complementaría el primero mostrando como se desintegran ciertos componentes del sueño siguiendo los dictados de las teorías físicas sobre el átomo de la época.
Edward Hopper-Second Story Sunlight-1960-Whitney Museum of American Art-New York
Los pintores figurativos no pueden pintar el tiempo como tal, pero este cuadro es una buena muestra de cómo pasar el tiempo en una tarde de verano.
¿Pueden pintar el tiempo los pintores abstractos?
A primera vista parecería que no, pero las apariencias engañan.
Robert Rauschenberg-First Time Painting-1961-Berlin
Este cuadro fue pintado en la Embajada USA en Paris en 1961 en el curso de un evento artístico junto con otros colegas.
Rauschengberg pintó el cuadro situándolo con su parte trasera enfrente del grupo participante en el evento de manera que no pudieran ver como lo hacía, pero incorporó al mismo unos micrófonos para que se pudieran oir las pinceladas que daba. Terminó la obra cuando sonó una alarma, solucionando de raíz la frecuente duda que se plantean los artistas sobre si la obra está o no acabada.
Robert Rauschenberg-Third Time Painting-1961
De la misma serie que el anterior, el autor incorporó a la obra un reloj físico de grandes dimensiones para que los espectadores pudieran comprobar, comparándolo con el suyo, que el cuadro está siempre en hora.
Pelayo Ortega-Pintura Tiempo-2008-Galería Malborough
Vistos los precedentes anteriores no es extraño que un pintor como Pelayo Ortega que combina la figuración con la abstracción pinte el tiempo y lo haga con la ambigüedad que supone que no se sepa claramente si el reloj marca las 9:00 o las 11:45.
Jus Juchtmans-2015-Galería NF
Jus Juchtmans-2015-Galería NF
Aunque no lo parezca las dos obras anteriores tienen la pretensión de representar (de alguna manera) el tiempo y para ello hay que aclarar desde el principio (porque la contemplación de la reproducción fotográfica no lo permite) que tienen dos características que las diferencian de los cuadros monocromos puros: tienen un espesor mucho mayor y están realizadas, al menos en parte, con pinturas reflectantes.
Mientras que una de las pretensiones de monocromos puros como el cuadrado negro de Malevich o las obras de Rothko fue justamente su atemporalidad para que el espectador pudiera centrarse por completo en su percepción visual, Juchtmans combina el efecto estético del monocromo con la temporalidad que le aporta, por un lado, su estructura multi-capa (que deja huellas) y, por otro, su capacidad para reflejar tanto al espectador como al entorno en el que está expuesto.
Soraya Güell-Parando el tiempo-2018-Flecha Feria Bilbao
Como a todo el mundo le gustaría parar el tiempo en muchos momentos de su vida, Sofía Güell nos da pistas de cómo hacerlo.

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