Paisajes
Recuerdo
haber leído unas declaraciones del Ian Gibson en las que recordaba vívidamente
el impacto que le produjo el paisaje castellano en su primer viaje a España
tras atravesar Pancorbo, viniendo de Francia. ¡Esto es Africa!, pensó.
Vela Zanetti, Paisaje Castellano, 1994 |
Como lo que
vio Gibson es (más o menos) lo mismo que pintó Vela Zanetti en este cuadro hay
que concluir que confundió el desierto con el secano. Una cosa que es que en el
paisaje castellano escasee el verde y que uno pueda sufrir una cierta conmoción
estética cuando recibe el impacto visual de la llanura castellana al dejar
Pancorbo y otra muy distinta confundir ese paisaje con el africano.
En la paleta
básica de Vela Zanetti y muchos otros paisajistas están naturalmente el
amarillo, el ocre y colores intermedios como los de este cuadro de Albers.
Josef Albers, Homenaje al cuadrado, 1964 |
Y también
otros colores como sucede en este cuadro de Palencia cuando el paisaje
representado es más heterogéneo.
Benjamin Palencia, Paisaje, 1968 |
Pero también
se ha representado el paisaje castellano de otras maneras. Una de ellas
es la mirada cubista de Diaz Caneja.
Diaz Caneja, Paisaje, 1954 |
Diaz Caneja, Tierras cubistas, 1962 |
Diaz Caneja, Tierras quebradas, 1985 |
El cubismo de
Diaz Caneja es, obviamente, una opción estilística pero ¿hay una mejor forma de
representación de la (entonces) estructura minifundista de la tierra?
Tras los procesos de concentración parcelaria
y la instalación de canales de riego esas pinturas ya no son posibles. Las
parcelas de la tierra son más grandes, más uniformes y el conjunto tiene una
menor variedad cromática. Gana la productividad agrícola, pierde la riqueza estética.
Quizá por eso
Diaz Caneja también se acercó en sus últimos años al paisaje desde perspectivas
más cercanas al expresionismo abstracto como en la siguiente obra en la que no
se tratar tanto de profundizar en la estructura geométrica del paisaje sino de
representarlo, a la manera “rothkiana”, con una forma apropiada para transmitir
unas emociones incluso más fuertes que las que produce su contemplación
directa.
Diaz
Caneja, Tierra azul, 1984
|
A diferencia
de sus colegas, Godofredo Ortega Muñoz veía el paisaje con gafas surrealistas
como se muestra en las siguientes obras.
Ortega Muñoz, Castaños, 1956 |
Ortega Muñoz, Viñas, 1974 |
En estos dos
cuadros se muestran, con una luz irreal, los elementos que se encuentran en,
respectivamente, un campo de castaños y un campo de vides representando cada
uno de ellos como una entidad estética con naturaleza propia, al margen de su
función productiva. De hecho, en esos cuadros los castaños no producen castañas
y las vides no producen uvas, son solo formas que organizan el espacio.