Este el
Monasterio de San Pedro de Montes de Valdueza situado en la Tebaida Berciana a
23,4 Km de Ponferrada. Fue fundado en el año 635 por San Fructuoso y después de
un largo período en estado ruinoso (salvo la Iglesia) está siendo objeto de una
importante rehabilitación a cargo del arquitecto leonés Eloy Algorri García.
San Valerio
describió su entorno con las siguientes palabras:
Es un lugar parecido al Edén y tan apto como
él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos. Cierto es que
está vallado por montes gigantescos, pero no por ello creas que es lóbrego y
sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de
verdor primaveral…Aunque en la rígida pendiente de la montaña ni un solo rincón
encontramos donde edificar, con la ayuda de Dios, el trabajo de nuestras
propias manos y la pericia de los artesanos, en muy poco tiempo allanamos un
pequeño espacio donde pudimos edificar un breve remedo de claustro. ¡Qué
delicia contemplar desde aquí los vallados de olivos, tejo, laureles, pinos,
cipreses y los frescos tamarindos, árboles todos de hojas perennes y perpetuo
verdor! A este inmarcesible bosque le llamamos Dafne por sus emparrados
rústicos de cambroneras que brotan espontáneas y trepan por los troncos y
forman amenísimos y compactos toldos, y refrescan y protegen nuestros miembros
de los rigores del estío y nos proporcionan mayor frescor que los antros de las
rocas o la sombra de las peñas, mientras que el oído se regala con el muelle
del cantar del arroyo que a la vera corre, y la nariz se embriaga con el
nectáreo perfume de las rosas, los lirios y toda clase de plantas aromáticas.
La bella y acariciadora amenidad del bosque calma los nervios y el amor
auténtico, puro y sin fingimientos, inunda el alma.
Observando la
foto anterior se comprueba que la naturaleza resiste mejor el paso de unos
cuantos siglos que las obras de los hombres.
La rehabilitación
realizada comprende, por un lado, intervenciones en las distintas estancias del
monasterio para mantener su estado y permitir el acceso público a las mismas
como las mostradas en las siguientes fotos.
Por otro
lado, se ha rehabilitado integralmente el ala oriental del monasterio y en ella
está ubicada la siguiente sala destinada a servir, entre otros usos, de sala de
exposiciones.
Pues bien, esta sala tiene unas condiciones idóneas
para albergar exposiciones de arte como, por ejemplo, una que mostrara las
siguientes obras del Museo Reina Sofía.
Antoni Tapies, Superposition
de matière grise, 1961
Este
lienzo-muro (óleo y cemento sobre lienzo encolado a madera) expresa perfectamente
la base conceptual de la rehabilitación: cementar la obra en ruina.
Gustavo Torner, Blanco-Verde oscuro, 1960
Gustavo Torner, Blanco-gris
(Variación sobre dos texturas n.º 17), 1960
Las dos obras
de Torner al mostrar el contraste entre una superficie plana blanca y una zona
matérica (verde y gris), sirven para entender la actualidad del Monasterio: un
nuevo interior blanco -es decir abierto múltiples usos- en un entorno que combina vegetación (el color
verde) y piedra/pizarra (el color gris).
Gustavo Torner,
Ocre-Chatarra oxidada, 1961-62
En este caso
el contraste entre la superficie plana ocre y la chatarra oxidada superpuesta a
ella nos remite a la historia del Monasterio: las edificaciones se “oxidan” con
el paso del tiempo, la naturaleza que las alberga permanece viva.
Manuel Rivera, Tabernáculo
I, 1969
Manuel Rivera, Metamorfosis
(Espejo de la noche), 1963
En las dos
obras de Rivera las mallas, de configuraciones distintas, están dispuestas tapando
un espacio interior sin que se pueda apreciar claramente si está vacío o si
tiene algún contenido, evocando un aspecto muy característico de los monasterios:
ser lugares que albergan secretos.
Según la
Wikipedia Nigredo es un concepto alquímico que designa la primera de tres
fases, previa a la albedo y la rubedo, en la transmutación de la materia.
Asociada a la putrefacción, involucra una disolución en la materia prima, para
la generación de otra superior (el oro). Se ha asociado la nigredo al planeta Saturno,
al elemento plomo y a la Luna Menguante, que es la fase lunar donde se empieza.
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¿Se practicaría
alguna vez en el Monasterio de San Pedro la alquimia o se seguiría
rigurosamente la doctrina de la Iglesia sobre la transmutación de la materia?
Pablo
Palazuelo, El número y las aguas I, 1992
El número (la
razón) y las aguas (lo fluido). ¡Qué mejor síntesis de las causas de la ruina
del Monasterio!
Es posible
que esa exposición no convenciera a mucha gente para visitarla. En Montes de
Valdueza viven 20 personas y llegar hasta allí desde Ponferrada requiere 73
minutos si se ha tenido suerte de no encontrarse de frente con un conductor
temerario. Ahora bien, las obras estarían encantadas de disfrutar unas
vacaciones en la Tebaida Berciana.
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