Aunque la pintura realista ocupa poco
espacio en los museos de arte contemporáneo se siguen pintando retratos,
paisajes y bodegones en los que se identifica perfectamente su contenido.
Antonio
López-La Familia de Juan Carlos I-1993-2014-Patrimonio Nacional
Aunque Antonio López sea un pintor
lento, su tardanza en la realización
de este cuadro, que le encargó Patrimonio Nacional, es comprensible si se tiene
en cuenta que no podía dejar de sentir el peso de los muchos retratos de la
familia real española expuestos en el Museo del Prado.
El cuadro cumple, desde luego, el
imperativo de todo retrato (el parecido de sus personajes con los modelos) pero
la difuminación del escenario y la ausencia de cualquier atributo ligado a la
realeza hacen que se trate de un retrato conceptual mediante el que se
transmite el (falso) mensaje de que la familia de Juan Carlos I es una familia normal.
Su ubicación actual en el Salón de Alabarderos del Palacio Real de Madrid
acentúa la contradicción.
Ricardo Sanz-Retrato de SS. AA. RR. Los Príncipes de
Asturias
En contraste con
el cuadro anterior, Ricardo Sanz siguió el canon tradicional de los retratos de
la familia real.
Carmen Laffon-1960-La novia
Este es un
buen ejemplo de otra manera de tratar la figura humana en el siglo XX: sugerir
más que mostrar y otorgar importancia al tratamiento plástico del entorno del
personaje.
Bernard-Lita Cabellut-2017
Este es uno de los retratos de la
serie Ejercito de Poetas que la artista ha expuesto recientemente en una
galería de Hong Kong.
Lita Cabellut es una artista que
está teniendo un gran éxito internacional debido probablemente a que combina
apropiadamente una factura básicamente realista con elementos tomados de la
abstracción.
Antonio Lopez-1974-1981-La mitad invisible-La
Gran Vía
Aunque parezca realista, este
cuadro realmente no lo es porque Antonio López no ha incluido en él nada que se
mueva (ni personas, ni coches, ni nubes, ni pájaros) para poder trasmitir así
con mayor fuerza la sensación que produce ese espacio a quien lo visita por
primera vez, sobre todo si viene de un entorno provinciano.
Para poder ejecutar el cuadro con
esas condiciones Antonio López tuvo que acudir al escenario al amanecer en
muchos días de verano durante los siete años que tardó en pintarlo.
Eugenio López Berrón-2012-La Gran Vía. Madrid
La Gran Vía
madrileña, así como otras zonas de la ciudad, ha sido uno de los temas
preferidos de un pintor que es capaz de captar las claves de ese entorno urbano
como, en el caso de este cuadro, su particular atmósfera nocturna.
Calabazas-Claudio Bravo-2008
Claudio Bravo fue
uno de los mejores pintores realistas, pero ante un cuadro como este cabe
preguntarse si su motivo ya existía antes de que se pusiese a pintarlo o si,
por el contrario, estuvo probando con diversas disposiciones de calabazas sobre
el mueble hasta que encontró la que finalmente llevó al lienzo.
En este último
caso ¿se puede llamar realista a una pintura si su motivo no existía
previamente (solo una vaga idea de pintar un bodegón de calabazas) y que
probablemente dejó de existir al poco de tiempo de finalizar el cuadro?
Cristóbal Toral-Composición con equipaje-2001
En este cuadro se representa un sector de un
almacén de equipajes pero tal almacén no existe en ninguna parte. Podría
existir porque las maletas y bolsas parecen reales pero no lo hace porque así
nos lo dice el autor en su título.
Esa es una de las
paradojas de la actual pintura realista.
Pedro Campos
Pedro Campos sigue la línea
hiperrealista de Claudio Bravo y Cristóbal Toral (y muchos otros pintores)
aplicando una extraordinaria destreza técnica para crear obras en las que se
muestran objetos reales combinados de una manera existente únicamente en la
mente del autor para que el espectador pueda plantearse cuestiones sobre lo que
es y lo que no es real.
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