Presbiterio Catedral de León |
¿Ha
desaparecido el arte que produjo obras señeras como esta? Probablemente mucha
gente contestaría afirmativamente a esa pregunta pero nada más lejos de la
realidad.
Lo que sucede
es que trata de un arte con características muy particulares.
Por un lado,
la ejecución material de una vidriera requiere un proceso técnico complicado
que dificulta que un artista individual pueda asumir todas las tareas
requeridas. Eso puede explicar que en buena parte de las vidrieras instaladas
en edificios privados no se reivindique una autoría particular sino empresarial
(como sucede con las vidrieras “modernistas” realizadas por la casa Maumejean)
lo que rebajaría a esas vidrieras a la categoría inferior de “arte decorativo”.
Por otro
lado, la visibilidad de las vidrieras es mucho menor que la de otras obras de
arte porque su propia naturaleza les impide estar en museos y salas de
exposiciones. Hay que ir a verlas expresamente en el edificio en el que están
instaladas.
En todo caso
sigue habiendo artistas interesados en jugar con los efectos que produce la luz
al atravesar paneles multicolores de vidrio.
En tiempos
bastante cercanos se han instalado, por ejemplo, estas vidrieras de Miquel
Barceló en la catedral de Palma de Mallorca.
Y también,
entre otras, estas vidrieras de Gustavo Torner y Bonifacio Alonso, en la
Catedral de Cuenca.
En iglesias
de construcción moderna es bastante habitual la inclusión de vidrieras como
sucede en la Chapelle du Rosaire, Vence en la que esta y todas las demás
vidrieras son obra de Matisse.
Y lo mismo
sucede en edificios civiles como la Fundación Maeght en la que se ha instalado
esta vidriera de Joan Miró.
En todos los
casos mencionados, sus autores “pintaron” los “cartones” a partir de los
cuales, y bajo su supervisión, unos artesanos se encargaron de la realización
material de las vidrieras.
Otros artistas
como Luis García Zurdo, a quien pertenecen las siguientes obras, también se
encargan personalmente de la segunda fase del trabajo.
Colegio Auseva |
Vegaquemada Caja España |
Comparando
estas últimas vidrieras con las anteriores, cabe plantear la pregunta de si el
hecho de que su autor lo sea al cien por cien juega algún papel en el resultado
obtenido o, dicho en otras palabras, si el conocimiento técnico de la
“artesanía” del vidrio aporta o no algo a la fase de la concepción intelectual
de la obra.
En el caso de
Luis García Zurdo creo que no hay duda de que la respuesta debe ser afirmativa
y una buena prueba de ello es el siguiente cuadro de vidrio iluminado por luz
artificial.
Composición-Colección del autor |
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