Viendo la exposición
“Sueño o realidad. El mundo de Giorgio de
Chirico” que se muestra en CaixaForum Madrid del 23 de noviembre de 2017 al
18 de febrero de 2018 uno puede preguntarse si ha habido (o incluso si puede haber)
pintura metafísica no italiana.
Giorgio De Chirico-Enigma de la
partida-1914
Giorgio De Chirico-Piazza
souvenir de Italia-1925
Giorgio De Chirico-El gran
juego-1971
Uno de los temas básicos
de la pintura de Giorgio de Chirico (que es, sin duda, el mayor pintor
metafísico) es el paisaje urbano. Como se puede apreciar en las obras
anteriores, Giorgio de Chirico pinta paisajes urbanos imaginarios inspirados en
el renacimiento italiano con una técnica figurativa y empieza a hacerlo en,
precisamente, una época de “vuelta al orden” tras la eclosión de las
vanguardias.
Pero también hay
paisajes metafísicos no italianos.
Cristino de Vera-Cráneo y
Toledo-1985
El pintor canario
Cristino de Vera también es un pintor metafísico. En sus propias palabras “El tratamiento
metafísico de la luz. Ese es el elemento más importante de mi pintura...Mi
estética podría definirse como una búsqueda de la esencia de toda cosa, ser,
imagen; como la búsqueda de una raíz espiritual que hay en cada forma del
Universo.”
Nótese que en el
cuadro anterior Toledo es simplemente una referencia espacial de lo
verdaderamente importante: el cráneo situado en un pedestal en primer plano
testimoniando la certerza de la muerte (una obsesión en la obra del pintor).
Giorgio de Chirico-El gran
metafísico-1916
Giorgio de Chirico-Trobador-1972
En materia de
retratos, Giorgio de Chirico sigue las mismas pautas de los paisajes y pinta
personajes imaginarios utilizando formas bien presentes en la memoria de los
italianos.
Cristino de Vera-Figuras y bodegón-1956
Y Cristino de Vera (que siente
devoción por Zurbarán) hace lo mismo con elementos iconográficos del barroco
español.
Giorgio Morandi-Bodegón-1929
Entre las corrientes de la pintura metafísica
se suele incluir a Morandi como ejemplo de una pintura concentrada en la
naturaleza de las cosas, particularmente por sus bodegones.
Cristino de Vera-
Bodegón con flores y panes-1965
Cristino de Vera-
Mesa y cesta con flores-1968
Cristino de Vera-
Mesa, tres tazas blancas y vasos con flor-1978
A la
vista de las tres últimas obras ¿cabe alguna duda de que en materia de
bodegones metafísicos Cristino de Vera es el gran maestro?
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