miércoles, 25 de octubre de 2017

Palimpsesto


El Museo Reina Sofía expone en el Palacio de Cristal de Madrid desde el 6 de octubre de 2017 al 1 de abril de 2018 la escultura/instalación Palimpsesto de la celebrada artista colombiana Doris Salcedo concebida como un homenaje a los miles de personas que se ahogan en el Mediterráneo al intentar llegar a Europa en busca de una vida mejor.

Se trata de un proyecto realizado por encargo del Museo Reina Sofía para ese espacio tan singular situado dentro del Parque del Retiro de Madrid.


 En esa instalación el pavimento del Palacio de Cristal ha sido estructurado para que aparezcan/desaparezcan cíclicamente nombres de migrantes ahogados mediante gotas de agua proyectadas desde su interior hacia su superficie externa, de apariencia arenosa. Los visitantes pueden pasear por el recinto observando ese proceso evitando pisar esos nombres.

En palabras del propio Museo, “la artista colombiana visibiliza así uno de los hechos más dramáticos e ignominiosos de la nuestra historia reciente: la muerte de miles de personas en las aguas del Mediterráneo ante la indiferencia, cuando no (in)consciente complicidad, de una sociedad europea anestesiada y en peligrosa deriva hacia un cierre identitario”. 


En estas fotos pueden verse los nombres MEHARI y RADIA superpuestos sobre trazas de nombres anteriores.

Y en estas otras pueden observarse las gotas de agua que van apareciendo en la superficie para escribir un nuevo nombre. 

Si tenemos en cuenta que, según la RAE, Palimpsesto es “Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente” no hay duda de que la elección de esa palabra como título de la exposición ha sido muy acertada.

 La idea de documentar los nombres de las víctimas de las tragedias humanas es muy antigua. Sin ir más lejos, a pocos metros del Palacio de Cristal, frente a la estación de Atocha, los nombres de las víctimas del 11-M están escritos en las paredes de un (fallido) monumento conmemorativo de esa tragedia.

Ahora bien, la obra de Dora García (y de su equipo técnico) no es un simple memorial sino una obra de arte al representar de una manera muy potente visualmente la naturaleza de la tragedia mostrando por un lado la continuidad del flujo de ahogados sin que nadie lo detenga mediante la cíclica desaparición de sus nombres y su reemplazo por nombres nuevos y utilizando, por otro lado, de gotas de agua sobre arena como como el instrumento de escritura de los nombres.

Podría haber sido incluso más ambiciosa si los nombres de los ahogados se escribieran en su propia lengua, pero si la instalación ha requerido 10 Km. de tuberías bajo el pavimento para poder escribir los nombres con los caracteres del alfabeto español ya se comprenden las dificultades técnicas que implicaría escribir los nombres en todas las lenguas de las víctimas.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Exposicion imaginaria



            Este el Monasterio de San Pedro de Montes de Valdueza situado en la Tebaida Berciana a 23,4 Km de Ponferrada. Fue fundado en el año 635 por San Fructuoso y después de un largo período en estado ruinoso (salvo la Iglesia) está siendo objeto de una importante rehabilitación a cargo del arquitecto leonés Eloy Algorri García. 

San Valerio describió su entorno con las siguientes palabras:

Es un lugar parecido al Edén y tan apto como él para el recogimiento, la soledad y el recreo de los sentidos. Cierto es que está vallado por montes gigantescos, pero no por ello creas que es lóbrego y sombrío, sino rutilante y esplendoroso de luz y de sol, ameno y fecundo, de verdor primaveral…Aunque en la rígida pendiente de la montaña ni un solo rincón encontramos donde edificar, con la ayuda de Dios, el trabajo de nuestras propias manos y la pericia de los artesanos, en muy poco tiempo allanamos un pequeño espacio donde pudimos edificar un breve remedo de claustro. ¡Qué delicia contemplar desde aquí los vallados de olivos, tejo, laureles, pinos, cipreses y los frescos tamarindos, árboles todos de hojas perennes y perpetuo verdor! A este inmarcesible bosque le llamamos Dafne por sus emparrados rústicos de cambroneras que brotan espontáneas y trepan por los troncos y forman amenísimos y compactos toldos, y refrescan y protegen nuestros miembros de los rigores del estío y nos proporcionan mayor frescor que los antros de las rocas o la sombra de las peñas, mientras que el oído se regala con el muelle del cantar del arroyo que a la vera corre, y la nariz se embriaga con el nectáreo perfume de las rosas, los lirios y toda clase de plantas aromáticas. La bella y acariciadora amenidad del bosque calma los nervios y el amor auténtico, puro y sin fingimientos, inunda el alma.

Observando la foto anterior se comprueba que la naturaleza resiste mejor el paso de unos cuantos siglos que las obras de los hombres.

La rehabilitación realizada comprende, por un lado, intervenciones en las distintas estancias del monasterio para mantener su estado y permitir el acceso público a las mismas como las mostradas en las siguientes fotos.


 
Por otro lado, se ha rehabilitado integralmente el ala oriental del monasterio y en ella está ubicada la siguiente sala destinada a servir, entre otros usos, de sala de exposiciones. 

           Pues bien, esta sala tiene unas condiciones idóneas para albergar exposiciones de arte como, por ejemplo, una que mostrara las siguientes obras del Museo Reina Sofía.
                                       Antoni Tapies, Superposition de matière grise, 1961

Este lienzo-muro (óleo y cemento sobre lienzo encolado a madera) expresa perfectamente la base conceptual de la rehabilitación: cementar la obra en ruina.
                                   Gustavo Torner, Blanco-Verde oscuro, 1960
Gustavo Torner, Blanco-gris (Variación sobre dos texturas n.º 17), 1960

 Las dos obras de Torner al mostrar el contraste entre una superficie plana blanca y una zona matérica (verde y gris), sirven para entender la actualidad del Monasterio: un nuevo interior blanco -es decir abierto múltiples usos-  en un entorno que combina vegetación (el color verde) y piedra/pizarra (el color gris). 
Gustavo Torner, Ocre-Chatarra oxidada, 1961-62

           En este caso el contraste entre la superficie plana ocre y la chatarra oxidada superpuesta a ella nos remite a la historia del Monasterio: las edificaciones se “oxidan” con el paso del tiempo, la naturaleza que las alberga permanece viva.

 
Manuel Rivera, Tabernáculo I, 1969

 
Manuel Rivera, Metamorfosis (Espejo de la noche), 1963 

En las dos obras de Rivera las mallas, de configuraciones distintas, están dispuestas tapando un espacio interior sin que se pueda apreciar claramente si está vacío o si tiene algún contenido, evocando un aspecto muy característico de los monasterios: ser lugares que albergan secretos. 

Pablo Palazuelo, Nigredo I, 1991 

Según la Wikipedia Nigredo es un concepto alquímico que designa la primera de tres fases, previa a la albedo y la rubedo, en la transmutación de la materia. Asociada a la putrefacción, involucra una disolución en la materia prima, para la generación de otra superior (el oro). Se ha asociado la nigredo al planeta Saturno, al elemento plomo y a la Luna Menguante, que es la fase lunar donde se empieza. ´

¿Se practicaría alguna vez en el Monasterio de San Pedro la alquimia o se seguiría rigurosamente la doctrina de la Iglesia sobre la transmutación de la materia?  


Pablo Palazuelo, El número y las aguas I, 1992

 El número (la razón) y las aguas (lo fluido). ¡Qué mejor síntesis de las causas de la ruina del Monasterio! 

Es posible que esa exposición no convenciera a mucha gente para visitarla. En Montes de Valdueza viven 20 personas y llegar hasta allí desde Ponferrada requiere 73 minutos si se ha tenido suerte de no encontrarse de frente con un conductor temerario. Ahora bien, las obras estarían encantadas de disfrutar unas vacaciones en la Tebaida Berciana.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Artes visuales


Este verano el MOMA ofrece cinco exposiciones temporales. 

 
Frank Lloyd Wright at 150: Unpacking the Archive 

La primera, coincidente con el 150 aniversario del gran arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright, comprende obras realizadas entre 1890-1950 incluyendo dibujos arquitectónicos, modelos, fragmentos de edificios, películas, emisiones de televisión, publicaciones, muebles, vajillas, textiles, pinturas, fotografías y libros de recuerdos. La imagen de la exposición es un dibujo de 1955. 

Ian Cheng: Emissaries 

La segunda muestra la trilogía Emissary (2015-17): tres obras que consisten en simulaciones generadas por ordenador que evolucionan sin cesar como ecosistemas autónomos. Están pobladas por un elenco de personajes y vida silvestre que interactúan, intervienen y se recombinan en narrativas abiertas.

Las obras se presentan en pantallas de gran tamaño para que cada simulación se desarrolle en tamaño natural, posicionando a los espectadores como observadores que pueden seguir las vidas de sus personajes. 
Robert Rauschenberg: Among Friends 

La tercera presenta más de 250 obras de Robert Rauschenberg y está enfocada a destacar su colaboración con otros artistas, un aspecto relevante de su práctica que él había definido en frases como “My whole area of art has always been addressed to working with other people” y “Ideas are not real estate”.

En el texto del MOMA se señala que Rauschenberg inició su carrera a principios de los años cincuenta, cuando el expresionismo abstracto estaba en su apogeo, que el desafió esta tradición con un acercamiento igualitario a los materiales, incorporando materiales del mundo diario en su arte y que, trabajando en colaboración con artistas, bailarines, músicos y escritores, inventó nuevos modos interdisciplinares de la práctica artística que contribuyeron a abrir nuevas alternativas al arte.

 Esta ilustración de uno de los poemas del Infierno de Dante es una de las obras expuestas.
Stanya Kahn: Stand in the Stream

La cuarta exhibe Stand in the Stream, una película digital sobre la vida, la muerte y la inextricabilidad de lo personal con lo político. Realizada durante seis años y filmada en múltiples formatos de cámara, capta momentos candentes en chats en línea, en el hogar, en la naturaleza y en las calles, siguiendo la trayectoria del deterioro y la muerte de una madre en medio de paisajes políticos y digitales cambiantes. El programa del MOMA resalta que, desde el nacimiento de un niño hasta la aparición de la demencia, desde la Plaza Tahrir hasta Standing Rock y la toma de posesión de Trump, Stand in the Stream es una oda contemporánea vibrante y urgente y una llamada a la acción.


Projects 107: Lone Wolf Recital Corps 


El Lone Wolf Recital Corps es un colectivo multidisciplinar de interpretación fundado en 1986 por el artista y músico Terry Adkins 1953-2014) del que la exposición muestra videos documentales de sus recitales junto con esculturas de Adkins. El proyecto expositivo también incluye actuaciones en directo de miembros del colectivo.

Así pues, de las cinco exposiciones temporales del MOMA en el verano de 2017 hay tres digitales (las de Ian Cheng, Stanya Kahn y Lone Wolf Recital Corps), una con diversos tipos de materiales (la de Frank Lloyd Wright)  y una con un contenido pictórico (la de Robert Rauschenberg).

Esa es una tendencia imparable en la práctica museística actual que ha desbordado el ámbito tradicional de las artes plásticas (pintura y escultura) para poder abarcar todas las artes visuales, un término verdaderamente amplio pues cabe en él todo lo que entra por la vista.

Aunque las obras digitales tienen por el momento un menor interés público que las obras plásticas tradicionales -y, en el caso concreto del MOMA, su colección de pintura y escultura se lo pone desde luego muy difícil- los museos tienen buenas razones para prestarles atención:

- Les permite intervenir en la valoración de las obras de arte en fases tempranas de su creación en contra de lo que sucedía en el pasado cuando la obra plástica solo accedía al museo tras adquirir un reconocimiento público externo al mismo.

- Con ellas pueden ofrecer al público un material que, aunque no atraiga multitudes, les confiere un aura innovador que está muy bien visto por las minorías influyentes que mueven el arte actual.

- La necesaria incorporación de la tecnología requerida por los contenidos digitales les ayuda a quitarse el polvo que tenían, al menos en algunos casos, en la era pre-digital.


jueves, 7 de septiembre de 2017

Expresionismo


El expresionismo es probablemente el estilo dominante en la pintura contemporánea a partir del siglo XX. Si hubiera dos la segunda sería el esteticismo porque ya se sabe que no puede haber calor sin frío.
Nace en Alemania para representar el mundo tras la primera guerra mundial mediante obras como las siguientes.

Max Beckman, La noche, 1918–1919, Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, Düsseldorf

Otto Dix, The Skat Players, 1920, Alte Nationalgalerie, Berlin

En España, el expresionismo tuvo matices propios, muy vinculados a la España “negra” y a la herencia de Goya, siendo José Gutiérrez Solana e Ignacio Zuloaga dos de sus cultivadores más destacados. 

 José Gutiérrez Solana, El desolladero (patio de caballos), 1924, Colección Banco Santander


Ignacio Zuloaga, Los flagelantes, 1908, Hispanic Society

En sus orígenes, el expresionismo es, pues, una corriente de la pintura figurativa con una clara vocación de crítica social pero después de la segunda guerra mundial pasa a ser también una corriente de la pintura abstracta.
En el Museo Guggenheim de Bilbao ha tenido lugar una gran exposición sobre el Expresionismo Abstracto del 3 de Febrero al 4 de Junio de 2017 a la que pertenecen las tres siguientes obras.

 Arshile Gorky, Water of the Flowery Mill, 1944,The Metropolitan Museum of Art, Nueva York

Willem de Kooning, Untitled (Woman in Forest), 1963–64, Colección Particular
 
Mark Rothko, Yellow Band, 1956, Sheldon Museum of Art, University of Nebraska

¿Tienen algo en común estas tres obras con las anteriores que haga que puedan compartir su naturaleza expresionista?
Sí. En ambos casos tratan de “expresar” una determinada realidad con recursos pictóricos propios. 
En el expresionismo figurativo el objeto de la obra es una realidad exterior y el recurso pictórico su “deformación” para otorgarle significado. 
En el expresionismo abstracto, el objeto de la obra es una realidad interior y el recurso pictórico el “action painting” en el caso de Arshile Gorky y Willem de Kooning y el empleo de “campos de color” en el caso de Mark Rothko para que pueda transmitir emoción. 
En la pintura abstracta anterior faltaba este aspecto o, dicho de otra manera, era más esteticista que expresionista como veremos seguidamente.



 Si se comparan los cuadros de la izquierda  (Franz Marc, Tirol,  1914, Staatsgalerie Moderner Kunst, Múnich; Vassily Kandinsky, Composición VIII, 1924, Salomon R Guggenheim Museum, Nueva York; Josef Albers, Study for Homage to the Square: Night Shades, 1956, MOMA), con los de la derecha de Arshile Gorky, Willem de Kooning y Mark Rothko se aprecia perfectamente que, siendo todos abstractos, los primeros son el resultado de un proceso intelectual de combinación de formas y colores mientras que los segundos son la consecuencia de actos espontáneos de creación.





jueves, 24 de agosto de 2017

Botín


En junio de 2017 se inauguró el Centro Botín en Santander con tres exposiciones: "Y" de Carsten Höller, "Ligereza y atrevimiento. Dibujos de Goya" realizada en colaboración con el Museo del Prado y "Arte en el cambio de siglo" presentando una selección de obras de la colección permanente de la Fundación Botín.


Este es el edificio del Centro Botín, dispuesto en voladizo sobre la bahía de Santander, que ha sido proyectado por Renzo Piano en colaboración con luis vidal + arquitectos. El volumen de la izquierda alberga las salas de exposiciones y el de la derecha varios espacios dedicados al programa formativo del Centro.
Los dos volúmenes están conectados entre sí por una estructura de plazas y pasarelas llamada el pachinko, al igual que un juego japonés muy similar al de los pinballs, tal vez porque podría haber una analogía entre los circuitos que facilita para los espectadores que acuden al Centro y los habilitados para las bolitas en el juego japonés.





Las dos fotos anteriores muestran la parte central del pachinko, con una plataforma central y unas escaleras de acceso a las plantas superiores de los dos volúmenes (complementarias a los ascensores situados en su interior) ilustrando su doble funcionalidad de vías de comunicación y de superficies de contemplación del edificio y su maravilloso entorno.

 

Como los solados del pachinko son translúcidos uno puede ver las pisadas de los visitantes del piso superior.

 

 

Y, como ilustran las dos últimas fotos, el pachinko también comprende espacios dedicados únicamente a facilitar la contemplación del edificio y su entorno. 
Las características mencionadas del edificio del Centro Botín le auguran un gran éxito de público pero complican su función como museo porque, mientras que no hay duda de que pocas personas que visiten Santander se resistirán a subir al pachinko (que es, además, de acceso libre) para contemplar tanto el exterior de un edificio tan llamativo como el espectacular entorno en el que está ubicado, para visitar su interior y detenerse el tiempo suficiente ante las obras expuestas en sus salas necesitarán estímulos muy poderosos.


Además, a diferencia de otros Museos y Centros de Arte, que no suelen tener ventanas en sus salas de exposiciones, en el Centro Botín cuentan con el enorme ventanal hacia la bahía de Santander que puede verse en la foto. Con esa disposición es inevitable que el visitante dedique una parte de su tiempo a mirar la bahía, restándoselo a las obras expuestas.
Así pues, cabría decir que en el Centro Botín Renzo Piano ha llevado al límite la idea, nacida con el Centro Pompidou de París, de que en los nuevos museos el contenedor puede llegar a ser más importante que el contenido.
De hecho, según se ha publicado en los periódicos locales, en el primer mes de vida del Centro el pachinko del Centro Botín ha contado con muchos más visitantes que las exposiciones programadas y eso que la de Carsten Höller incluye obras tan llamativas como Elevator Bed (2010), ofreciendo además la posibilidad de reservar una noche en esa cama, que está equipada con todas las comodidades de una lujosa habitación de hotel y permite disfrutar del resto de la exposición haciéndola girar o subir y bajar (esta oferta sí tuvo mucho éxito y las plazas disponibles se agotaron rápidamente).




jueves, 10 de agosto de 2017

Arroyo


Como la Fundación Maeght ha montado una gran exposición antológica de Eduardo Arroyo, coincidiendo con su 80 aniversario, que se exhibe actualmente en su sede de la Costa Azul, es una buena ocasión para ocuparse de este pintor y escultor.  

Los cuatro dictadores, 1963, Museo Reina Sofia 

Este cuadro representando, respectivamente, a Franco, Mussolini, Salazar y Hitler, le dio una fama temprana. La consiguiente retirada de su pasaporte español le permitió disfrutar de la vida parisina hasta la muerte de Franco.

Como Arroyo también es escritor, en pintura adoptó el estilo de la figuración narrativa -en contra de la corriente abstracta predominante en los años sesenta- y, como buen exiliado, entre los temas que abordó, España ocupó naturalmente el primer lugar.


La mujer del minero Pérez Martínez llamada Tina es rapada por la policía, 1970 

Este cuadro -escogido por la Fundación Maeght como “imagen” de la exposición de 2017- ejemplifica las claves de la pintura de Arroyo: utilización de formas simplificadas y colores planos -como en el pop art- para “narrar” una determinada “realidad” (pero no cualquier “realidad” a diferencia de, por ejemplo, el por art de Andy Warhol) como, en este caso, la represión policial de las huelgas mineras asturianas de 1970.

Y, como veremos seguidamente, la ironía es uno de los fundamentos de las narraciones de Eduardo Arroyo.   


El caballero español, 1970, Centro Pompidou 

¿Qué mejor manera de desmitificar al caballero español que representarlo con bata de cola y en posición amanerada?

Carmen Amaya fríe sardinas en el Waldorf Astoria, 1988, Museo Reina Sofía 

O, cambiando de tercio, rememorando el episodio en el que la gran bailaora y cantaora Carmen Amaya, necesitando imperiosamente alimentarse de sardinas fritas, no tuvo otro remedio que utilizar como sartén el somier de su cama en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York.

Le retour des croisades, 2017, Fondation Maeght

O, en fin, imaginar la analogía entre un picador cansado y un caballero cruzado volviendo derrotado de Tierra Santa tras un largo camino descrito con las postales de sus mejores paisajes.

Y si a un exilado le duele (y/o le cabrea) España es inevitable que mire a sus predecesores. En esa tesitura Arroyo eligió a José María Blanco White, coincidiendo en ello con Juan Goytisolo, y a Ángel Ganivet. Para representarlos optó por la elipsis.


José María Blanco White se sent observé pres de Cock Lane, 2017, Fondation Maeght

En toda la serie de cuadros que le dedicó, Blanco White, que era todo un caballero, está representado como un maniquí de medio cuerpo vestido con camisa, chaleco y pajarita perseguido por un sabueso.

  
Suicidio de Ganivet, 1978

Y en la serie dedicada a Ganivet, del cónsul en Riga solo aparecen unos pies vestidos con unos lustrosos zapatos a punto de desaparecer en el río Duina.

Tras volver a España en la obra de Arroyo comienzan a aparecer moscas. Sea porque, debido al calor, están más presentes en la realidad española que en la francesa o porque en España son entes a la vez inevitables e indeseables, esos insectos cobran importancia en una obra con una creciente vertiente escultórica.

  
Jarrón, 2006, Fondation Maeght 

Las moscas de Arroyo tienen el cuerpo amarillo, la cabeza negra y las alas y patas blancas.



Se hicieron famosas a partir de la instalación en la plaza de Puerta Castillo de León en abril de 2011 de un enorme moscón de 280 Kg sobre la pared de una antigua iglesia junto a la muralla y 20 moscas sobre un entramado metálico en forma de tela de araña en el interior del “vánitas” del arco de la muralla. El unicornio colgado de una grúa en la propia plaza también es obra de Arroyo.
¿Sera verdad, como propone Arroyo, que en España cada vez hay más moscas?